01 febrero, 2016

APRENDER A VIVIR

Nos empeñamos en vivir siguiendo unos cánones, una serie de reglas impuestas desde arriba. Nos cubrimos de complejos, de dudas e inseguridades. Cogemos al miedo y a la prudencia de la mano, nos colgamos del cuello de la vergüenza y, a veces, hasta nos disfrazamos de cobardía. Y así pasan los días, los meses y los años... Así pasa la vida.

Pero llega un día en que hacemos saltar todo eso por los aires. Nos soltamos la coleta y ayudados por el gin-tonic ponemos rumbo a cualquier otra parte, guardamos el "qué dirán" en el desván y le dejamos las llaves a la improvisación. Cogemos aire y soltamos la verdad más sonora sin miedo al boomerang. Bailamos con nuestros errores sin miedo a que nos pisen y apostamos todo al negro a sabiendas que no hay probabilidad posible. Y es ahí, cuando desnudos de clichés, aprendemos a vivir.

31 diciembre, 2015

ADIÓS, 2015

Los acordes de Mecano ya suenan al fondo de la habitación, ya he escuchado a Ana Torroja decir "Cinco minutos más para la cuenta atrás, hacemos el balance de lo bueno y malo", y ese sentimiento que se repite como cada año la tarde del 31 de diciembre, ya me ha invadido. Inevitablemente y, apesar de que en esta ocasión me había propuesto no hacerlo, aquí estoy, dedicándole unas líneas a este año que ya se nos va. Por el simple hecho de haber venido, brindo por él, ¡brindo por el 2015!

Hace un año, despedía el año proponiéndome una lista de no-propósitos de año nuevo porque siempre he considerado que las etapas no comienzan con una fecha específica en el calendario, no es un cumpleaños ni un Año Nuevo aquello que activa la tecla exacta y te hace cambiar o te propone alcanzar ese algo. Y hoy, un año más tarde, me alegro de no haber enumerado esa lista de propósitos de Año Nuevo porque, como bien predecía, se hubiera convertido en una lista de propósitos por cumplir.  

14 noviembre, 2015

NO MÁS MUERTES INOCENTES




Anoche nos volvieron a estrujar el corazón. Anoche, el viejo continente volvió a ser escenario del pánico. Anoche, en París la respiración se entrecortaba con el terror pisándole los talones y los disparos rozándole la piel. Cuando apenas han pasado dieciocho horas de los seis atentados coordinados en Francia, la cifra de muertos supera ya los 120 y la de heridos se eleva a 300. Lamentablemente y con una mano en el corazón todos somos conscientes de que estas cifras bailarán con el paso de las horas. 

Anoche el Estado Islámico nos volvió a demostrar lo frágiles que somos y esta mañana nos ponía a todos sobre aviso, “No viviréis en paz” – afirmaba el portavoz del grupo DAESH que ha reivindicado la masacre gala. El mensaje de los terroristas es claro y Europa no puede ni debe quedarse solo con los hechos. Bien es cierto que en menos de un año las calles de Francia han derramado sangre inocente por lo que ISIS considera “respuesta a la política internacional antiterrorista francesa”, pero son muchas las ciudades y pueblos por las que cada día corren ríos de sangre inocente en Turquía, Siria o El Líbano.