Puede que sea el permanecer
inmóvil ante la verdad en bruto con una simple puerta entreabierta entre medias
lo que nos haga más fuertes y es que, cuando la verdad cree que nadie la escucha
se presenta sin preliminares ni sutilezas pero, a pesar de ello, la prefiero
frente a la ignorancia inocente. Es ella, la verdad, quien se encarga de
sacarnos de los algodones en los que nos mantuvieron desde pequeños y quien avisa,
a veces sin previo aviso, de que no hay nada seguro y que la vida es un examen
continuo sin recuperaciones. Pero a fin de cuentas es la mejor maestra porque
son esos profesores duros, rectos y exigentes del colegio que pasado un tiempo
no olvidas.
07 noviembre, 2011
LA VERDAD
Siempre defendí la verdad a
cualquier precio incluso las consecuencias que consigo traía que las mentiras
disfrazadas de verdad, pues su improvisado disfraz en un descuido un simple
descosido dejaba al descubierto lo que debajo se escondía. Y es que las gélidas
verdades se presentan inocentemente en una conversación que escuchas mientras
recorres el pasillo y, aunque sabes perfectamente que lo que se esconde tras
esa puerta entreabierta es una verdad con todas sus consecuencias hay algo que
te impide continuar como si no hubieras escuchado nada.
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