Existen productos milagrosos en
el campo de la limpieza al igual que en el terreno de las caídas, fracasos y
errores el mejor antídoto es el tiempo. Las manecillas del reloj e incluso las
hojas del calendario de nuestra habitación son las mejores capsulas sin receta
médica que pueden existir. No las palpamos ni siquiera requieren un tratamiento
estricto pero sus resultados son excelentes. Tampoco acudiremos a un experto
más allá que nuestra conciencia, ella será la que dictamine nuestro
tratamiento, el tiempo necesario que necesitaremos para escribir la última línea
de nuestro currículum, tacharlo, emborronarlo hasta que sea ilegible y volver a
admitir que nos equivocamos.
Pero en realidad, los buenos
currículum son aquellos llenos de tachones, borrones pero cargados de
experiencias, sensaciones que nos construyeron y formaron, nos enseñaron a
saber elegir qué es lo que queremos y lo que no. Por eso, lo fácil es dejarse llevar,
no pensar y equivocarnos.
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