16 junio, 2012

ES EL QUERER Y NO PODER


Cuantas veces hemos tenido en nuestras manos el poder de cambiar una situación, de mejorarla o empezarla pero por falta de valor, por no haber cogido carrerilla y haber dejado la vergüenza en la cuneta no somos capaces de hacerlo. Hemos llegado a imaginarnos la situación en la soledad de nuestro cuarto, a soñarlo cuando el subconsciente bajaba la guardia e incluso a confesárselo a nuestro cómplice pero cuando nos encontramos escenificando esa situación en la vida real nos damos cuenta de que no es como lo habíamos imaginado, soñado o deseado.

No sé si es un mecanismo de defensa o nuestra cabeza levantando el freno de mano mientras el corazón pisa hasta el fondo el acelerador o que a nuestros 20 años nos damos cuenta de que todos esos libros de princesas que leíste de pequeña, todas esas películas con final feliz son solo eso, cuentos de princesas y películas de amor con una gran dosis de ciencia ficción y que la vida real dista mucho de esas páginas y fotogramas.
Lo cierto es que cuando volvemos a nuestro cuarto hacemos un ejercicio vocal y repetimos una y otra vez esas dos palabras, esa frase o esa sonrisa que habría cambiado, mejorado o empezado eso que tanto deseamos. Y al comprobar que somos capaces de hacerlo nos juramos a nosotros mismos que la próxima vez lo haremos no una sino dos veces, pero lo cierto es que nadie nos asegura que esa situación vuelva a sucederse…

No hay comentarios:

Publicar un comentario