16 agosto, 2012

EL VERANO


Las encuestas no fallan, para la mayoría de la población el verano es su estación preferida incluso hay muchos que desearían vivir en ella siempre. Las prisas del trabajo o las clases y las preocupaciones que constantemente estas conllevan son fieles compañeras de las bajas temperaturas, lluvias y nieves. Solemos pasarnos todo el invierno deseando que llegue pronto la primavera y empezar a quitarnos capas de ropa mientras van disminuyendo con ellas las preocupaciones al mismo tiempo que comenzamos a planear las vacaciones y las escapadas veraniegas. Y es entonces, cuando los rayos de sol empiezan a dorar la piel cuando desaparecen todas las preocupaciones, olvidamos el despertador, los madrugones y los atascos. Y nuestra única preocupación es echarnos bronceador para no quemarnos y disfrutar. 

Y la verdad es que hay una razón de peso que justifica por qué esperamos con ansia que llegue el verano: los mejores recuerdos que guardamos en nuestra cabeza están situados en él, seguramente llevabas un vestido ibicenco y sentías la brisa entre los dedos. Porque es en verano cuando renace con fuerza esa idea que en Noviembre se empieza a helar que no es otra que lo que de verdad importa es olvidarse de todo y disfrutar. En verano no existen relojes ni preocupaciones ni mucho menos prisas, puedes bailar hasta el amanecer, dejarte llevar y centrarte en disfrutar. 
Pero el verano se acaba, las noches se enfrían y toca volver a casa, poner el despertador y vestirse de formalidad. No sé si es el cielo gris del otoño o el frío de la calle pero lo cierto es que nuestro cerebro invierte nuestros intereses y vuelve a estar en cabeza la cordura, el deber y las preocupaciones cuando en verdad todos desearíamos disfrutar por igual con manoplas o con sandalias. Porque después de todo, ni el frío ni las preocupaciones deberían de rebajar a un tercer nivel el seguir disfrutando y bailando hasta que el cuerpo diga "basta" aunque mañana el despertador vuelva a sonar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario