Y el problema, no suele ser
hablar del pasado, todo el mundo puede hablar de su presente, de su futuro y de
su pasado, el problema es cuando hablamos de historias terminadas, personas que
llegaron y se fueron, momentos que quedaron congelados en tu memoria y que de
repente, un día cualquiera, en una noche de tantas, sin saber cómo, regresan.
Dicen que al día siguiente todo
se ve de otra manera, que lo que anoche te quitó el sueño, hoy no te ocupará ni
media hora de preocupación, pero si esta vez no es así, si ni el sol es capaz
de disipar todos esos recuerdos del pasado es que quizá no son recuerdos sino
sentimientos. Y entonces todo, tu presente, tu vida y el camino que empezaste el
mismo día que creías haber enterrado esa historia, se derrumban. Y al ver cómo
tu mundo se cae como si de un castillo de naipes se tratará, te caes tu, al no
saber si es que solo se trata de recuerdos dolorosos o de un presente
frustrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario